09 Nov Estrés y salud. ¿Cómo afecta el estrés a nuestro sistema inmunológico?
Hoy en día vivimos estresados en muchas facetas de nuestra vida, el ritmo se ha vuelto en muchos casos frenético, el trabajo, la familia, la pareja, hasta el ocio termina resultando estresante… El exceso cuantitativo o cualitativo de estrés como consecuencia de la exposición a múltiples situaciones estresantes, a una falta de recursos adecuados de afrontamiento o bien como el resultado del agotamiento de un organismo que, con bastante frecuencia, debe estar sobrefuncionando para manejar las situaciones que podrían afectarlo.
El estrés puede perjudicar, seriamente, el rendimiento y la salud de las personas, constituyendo de hecho, un destacado determinante del rendimiento deficitario y uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades más graves de nuestro tiempo (Buceta y Bueno, 2001).
Dolor de estómago, opresión en el pecho, dolores musculares y calambres, más debilidad ante virus y bacterias.
Mantener elevados los niveles de cortisol durante demasiado tiempo puede resultar nefasto para las defensas de nuestro cuerpo. Hoy en día podemos afirmar que el estrés está relacionado con muchas de las alteraciones de la salud que padecen las personas, desde enfermedades cardiovasculares como hipertensión o arritmias, trastornos respiratorios como el asma, trastornos inmunológicos como gripe, trastornos endocrinos como el hiper o hipotiroidismo, gastrointestinales como las úlceras, trastornos dermatológicos, cefaleas, musculares, dentales, incluso sexuales.
El estrés se mueve en un continuo de activación, así pues según sea nuestro nivel de activación más alto o más bajo puede estar bien favoreciéndonos o perjudicándonos en nuestro día a día. El nivel de activación óptimo es aquel que en cada caso particular, favorece un mejor funcionamiento físico y psicológico, y por tanto el máximo rendimiento dentro de las posibilidades reales de cada persona. Mientras que el funcionamiento por debajo o por encima del nivel óptimo propician un funcionamiento defectuoso que perjudica al rendimiento.
¿Cómo puede ayudarme mi psicólogo a manejar mejor el estrés?
El primer paso es ayudarle a identificar el nivel de activación optimo para las situaciones que le producen estrés, para después ayudarle a autorregular esta activación, y estudiar estrategias de afrontamiento. Mucho estrés o poco estrés es malo, intentaremos conseguir el nivel justo para poder desarrollar su vida con su máxima eficacia y sin que llegue a perjudicarle en su día a día, sino que le ayude a conseguir todas sus metas.
El objetivo va a ser determinar los detonadores de su estrés para así aliviar situaciones potencialmente estresantes, potenciar o modificar características personales que usted mismo ya posee, y eliminar o poder controlar las situaciones de estrés una vez que estas se hayan producido, de forma que usted controle a su estrés y no al revés.
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